20/03
¿Qué le queda a una mujer cuando la acusan por un delito que no ha cometido? ¿En qué puede apoyarse una dama cuando los hombros que debían consolarla desaparecen? ¿Cómo recompone una joven enamorada su corazón hecho añicos?
Muchos pensaréis que esa pobre desgraciada que vivió en la época georgiana, pisoteada por los hombres, no tuvo un buen final. Pero de haber sido así, no os podría contar esta historia, ni jamás conoceríais a las espléndidas mujeres que ocupan estas páginas, ni sabríais del club clandestino que se fundó en pleno corazón de Inglaterra, desafiando a todo y a todos.