?Los djs pusieron una música impresionante, por detrás y por delante. Roberta Marrero, con camiseta negra Marilyn Manson, falda negra de tubo y botas boxeador y mucha tachuela, pinchó la primera, temazos como We Don't Play Guitars y The Biggest Fan. La gente bailó a rabiar y eso q la cosa acababa de empezar...?
Así comienza la crónica del primer En plan Travesti (publicada en su web), celebrada en la sala A Noite, en la madrileña calle de Hortaleza, el 9 de noviembre de 2003. Ésta sería la primera de una serie de fiestas que, con nombre de letra de Fangoria, parecían heredar el espíritu frívolo y desenfadado que arrasó en la España de los primeros ochenta. Toda una nueva generación de noctámbulos, bombardeados durante años con las historias de la movida, parecían estar hartos de escuchar lo divertido que había sido Madrid a comienzos de los ochenta. Manoseada hasta la saciedad por determinados poderes mediáticos, políticos y económicos, la movida ya no daba más de sí. Había llegado la hora de vivirla en carne propia. Un nuevo underground nocturno parecía resurgir en clubes y eventos diseminados en los alrededores de la Gran Vía madrileña. El movimiento comenzaba a extenderse con la aparición de nuevas fiestas, sesiones y afters improvisados en casas particulares. Tres años después, En plan Travesti cierra sus puertas. Celebrada en la sala Heineken, la Fiesta Final, como la bautizaron sus organizadores, genera una expectación sin precedentes. La lista de puerta es interminable, la sala está abarrotada e importantes medios de comunicación se hacen eco del evento. ¿El último baile? Es pronto para saberlo. Es pronto para decir siquiera si algo comenzó y, más aún, si algo ha terminado.
Los relatos que forman este libro están escritos por algunos de los protagonistas de eso que algunos se han atrevido a llamar ¿ingenuamente? la removida madrileña. Juan Ernesto Artuñedo, Popy Blasco, Besametonto, Antonia Delata, Miguel G., Javier Giner, Mister Nny, Aviador DeLuxe, Roberta Marrero, Álex Rei, La Tasero y Jonás Vega, fueron los autores seleccionados para que escribieran, con total libertad a la hora de elegir el tono y el género, los doce relatos que componen este libro. Curiosamente, y salvo algunas excepciones, los textos comparten cierta desilusión, cuando no directamente pesimismo. Pero quizás lo que más sorprenda sea la presencia, a veces de modo inesperado, de la muerte, tratada, eso sí, desde puntos de vista muy diferentes. Apenas bautizada, la removida ha empezado demasiado pronto a pensar en el final, el que a todos nos llega. Puede ser que algunos, intentando emular a uno los iconos más sobresalientes del movimiento originario, el incombustible Pedro Almodóvar, estén corriendo demasiado y, pasando por alto el jolgorio de sus primeras historias, hayan preferido la creciente oscuridad de las últimas. Tampoco está mal si, como es el caso, el resultado es un libro de la calidad de este. Podemos asegurarte que el libro que tienes en las manos no va a defraudarte y, como no queremos aburrirte, te dejamos para que empieces ya con el primer relato. Pasadlo bien esta noche.
