Robert Bloch (1917-1994) quedó cautivado por las historias
fantásticas y de terror desde que, a los nueve años, descubriera
a Lon Chaney en la versión muda de la película El fantasma
de la Ópera (1925). Semejante revelación pronto daría paso
a la febril lectura de Poe, Arthur Machen y los relatos publicados
en la revista Weird Tales, en especial aquellos firmados
por H.P.Lovecraft, con quien empezó a cartearse a los dieciséis años.
Pronto esta revista vería aparecer su primer relato, El secreto
de la tumba (1934). Bloch escribió más de trescientos cuentos
de terror, misterio y ciencia ficción, así como veinticinco novelas
–entre otras la famosa Psicosis (1959)–, pero también tuvo
un papel relevante en los comienzos de la televisión como guionista
de doce capítulos para la teleserie La hora de Alfred Hitchcock
o, posteriormente, como autor de tres historias originales
para la mítica serie Star Trek en su primera época.
El que abre el camino (1945) reúne los primeros relatos escritos
por Robert Bloch, y entre ellos encontramos desde historias
inspiradas por los temas clásicos del terror, como Madre de las serpientes (sobre los misterios del vudú), El que abre el camino
y Los ojos de la momia (de ambientación egipcia), o el destacable
Suyo afectísimo, Jack el destripador (en el que el asesino
de Whitechapel reaparece en Boston en los años cuarenta),
hasta cuentos de horror cósmico, en la línea de Lovecraft,
como El vampiro estelar (protagonizado por un místico
de Providence, doble de su maestro y amigo HPL),
El dios sin rostro o El demonio negro.
El volumen recoge, además, tres de los últimos relatos de Bloch, escritos en 1991: Las cuatro esquinas de la cama de la vida,
Atrapada en el saco y Un exhorto creativo.