No importa lo inteligente que sea su cámara de fotos: la medición de la luz desde la propia cámara es siempre una aventura al azar. Siguen siendo nuestros ojos y nuestro cerebro los encargados de medir la luz. Merece la pena aprender a iluminar correctamente: ninguna otra habilidad le permitirá mejorar su forma de hacer fotografía con tanta rapidez. Y es que, aunque los diferentes estilos de iluminación continúan evolucionando, la luz siempre será la misma. Una vez haya aprendido los principios físicos que sustentan la práctica de la iluminación, descubrirá que su potencial creativo es prácticamente infinito.
Éste no es un manual típico sobre fotografía, sino un libro de excelente calidad que le permitirá comprender los principios básicos de la iluminación: entender y predecir el tamaño de la luz, los tipos de reflejo y los diferentes tipos de ángulo. Sabiendo manejar estos principios, será capaz de realizar fotografías de cualquier retrato y cualquier superficie allá donde apunte con su cámara.