A mediados de junio de 2012 Microsoft puso en una de sus webs, a disposición de todo el mundo, una copia de evaluación de su nuevo sistema operativo: Windows 8.
El 26 de octubre de ese mismo año conocimos la versión comercial. Se trata, a fin de cuentas, de un Windows 7 al que se le ha añadido, además de una nueva interfaz (la ventana Inicio), mejoras de rendimiento, seguridad, privacidad y estabilidad.
Los diseñadores de Windows 8 han considerado que sus usuarios (tanto de PC como de tableta) van a usar la cuenta de Windows Live y, por ello, la forma habitual de abrir una sesión va a ser utilizando dicha cuenta.
Windows 8 está pensado para que dediquemos menos tiempo a las búsquedas y más tiempo a las cosas que queremos hacer.
En resumen, el PC sigue siendo la mejor herramienta para escribir, crear y funcionar plenamente, pero cada vez más personas realizan funciones adicionales distintas y quieren, por ejemplo, que los PC se empiecen a comportar como teléfonos. Incluso aplicaciones que ya existían para Windows han ido apareciendo en plataformas móviles. Windows 8 parece avanzar hacia un nuevo mundo de posibilidades, un nuevo hardware, nuevas aplicaciones y nuevos escenarios.