Un reportaje fotográfico que refleja la susceptibilidad en la que viven las pequeñas comunidades que intentan mantener sus tradiciones y su forma de vida, en un mundo regido por la globalización. Una visión de la vida de los lacandones, indígenas de la selva de Chiapas, en México, que descienden directamente de la civilización maya. La crónica fotográfica de este pueblo se acompaña por un relato del propio Paul Bowles, quien hace ya más de setenta años comprendió y relató la experiencia de un pastor en su intento de evangelizar a una comunidad indígena. Este pequeño pueblo de apenas mil almas es un diminuto testimonio de la presencia humana en medio de una selva milenaria hoy en día amenazada por la deforestación. Viene a ser, en cierto modo, una amalgama en pequeñas escala de todos los procesos por los que hemos pasado: la pérdida de valores y los cultos tradicionales, el deseo de romper con la vida de los antepasados sin haberlo querido verdaderamente; el sentimiento de impotencia ante esa apisonadora que es la modernidad, frente a la cual es inútil rebelarse. Este magnífico reportaje fotográfico nos muestra que la herencia de los lacandones es en buena medida la nuestra propia, de igual modo que la desaparición de esta maravillosa cultura salvaje representaría una pérdida de alcance universal.