Barcelona fue durante diecinueve siglos una ciudad amurallada. Y, según el arquitecto barcelonés José M.ª Sen Tato, lo sigue siendo. Con un doble propósito, divulgativo y programático. Reflexión sobre el Ensanche Cerdà aporta una solución crítica y razonada para derribar el muro virtual -administrativo y de intereses económicos- que aún asfixia la ciudad. Tras un breve resumen de su evolución previa a 1854, el autor analiza el Plan de Reforma y Ensanche de Ildefons Cerdà, que ha marcado la vida urbana de los últimos 150 años. A continuación, con este modelo como telón de fondo, valora los impulsos producidos por las exposiciones universales de 1888 y 1929, la incidencia del GATCPAC en 1934, el descontrol urbanístico a partir de 1940, la Olimpiada de 1992 y el Fòrum 2004. Y finalmente, integrando los elementos positivos del Plan Cerdà, Sen Tato formuula su propuesta: la nueva manzana 3 x 3, un módulo base para articular el futuro desarrollo coordinado de la ciudad y los municipios vecinos bajo unas directrices únicas, superar esquemas urbanos ya agotados y dar respuesta a las necesidades del siglo XXI.