La vida en la antigua ciudad de Pompeya, un punto de encuentro entre el mundo humano y el de los dioses.
Pompeya en todo su esplendor: la construcción privada, las magníficas pinturas llenas de imágenes y simbología, la elegante arquitectura, los exuberantes jardines, las vistas panorámicas, los bodegones, las escenas de la vida cotidiana y la mitología. Una nueva y compleja imagen del arte de Pompeya. Pompeya presenta un tejido urbano extraordinario, con edificios públicos y privados, mobiliario y elementos decorativos, el cual nos permite reconstruir las múltiples variantes de la casa romana desde el siglo IV hasta el 79 d. C., año de la erupción del Vesubio. La pintura mural no tiene parangón en todo el mundo romano, tanto en lo que respecta a cantidad como a calidad. Los dispositivos ornamentales desempeñan un papel clave en las viviendas romanas de la época, ya que contribuyen a presentar el lujo, el prestigio y la cultura del propietario. Se presenta, asimismo una cuidada selección de obras que pertenecen a diversas categorías, entre ellas, arquitectura con columnas, podios y techos que transforman el entorno en un espacio irreal y fantástico en el que aparecen paisajes lejanos; enormes frisos figurados con imágenes impresionantes que ocupan la totalidad de las paredes; frescos de árboles, plantas, flores y aves que imitan un precioso jardín, y paisajes decorativos con mitología pictórica.