Tanto como profesor como pintor, Wassily Kandinsky (1869-1944) jugó un papel determinante en el desarrollo del arte moderno.
Influido profundamente por la música Kandinsky pintó sus primeras composiciones abstractas durante su período en Bavaria (1906-1914), y su intensivo uso del color y de la forma ha influido tanto a sus contemporáneos como a las generaciones posteriores.
Inspirado inicialmente por la folosifía teosófica, que postulaba que la creación era una progresión geométrica, que comenzaba con un simple punto, Kandinsky fue uno de los cofundadores del movimiento Der Blaue Reiter (1911) y profesor en la Bauhaus durante once años. En ese tiempo publicó Punto y línea sobre el plano (1926), su segundo libro, con claras reminiscencias de los principios básicos de la teosofia.
Max Bill, que prologa esta monografía, fue estudiante en la Bauhaus en los años veinte, y editor de la primera colección de escritos de Kandinsky.
La profesora Carola-giedion Welcker ha escrito uno de los más esenciales ensayos sobre el artista.