"Esta es la cuestión acerca de mis ideas y de las que piensan como yo. Nuestra creencia no es una creencia. Nuestros principios no son una fe. No sostenemos nuestras convicciones dogmáticamente. Creemos firmemente que se puede vivir una vida éticamente sin religión. Y sabemos con certeza que el reverso es cierto: que la religión ha hecho que muchas personas no solo no se comporten mejor que otras, sino que consideren aceptable comportarse en modos que harían que gente a cargo de un burdel o de una limpieza étnica torcieran el gesto." De la Introducción a Dios no es bueno.
Siguiendo la tradición de Por qué no soy cristiano de Bertrand Russell, Christopher Hitchens presenta el argumento definitivo contra la religión. A través de una serie de agudas lecturas de los principales textos religiosos, demuestra cómo la religión es producto del hombre, peligrosamente represiva en la cuestión sexual y distorsiona hasta los orígenes del universo. Con su habitual claridad y fuerza, Hitchens presenta la opción para una vida más laica, basada en la ciencia y la razón, en la que el infierno deja su lugara la impresionante visión del universo del Telescopio Hubble y Moisés y la zarza en llamas desaparecen ante la belleza y la simetría de la doble hélice. Dios no es grande es un elogio a la posibilidad de una sociedad sin religion, que defiende que la idea de un Dios omnisciente ha dañado profundamente a la humanidad. Hitchens propone a cambio que el mundo estará mucho mejor sin "Él".