La envidia es una de las pasiones más antiguas, tenaces y paradójicas de la condición humana.Todo lo que deseamos y todos nuestros estímulos vienen de fuera, del otro, y nuestro proceso de individuación comienza cuando nos identificamos con los demás, con lo que son y tienen. Más tarde tomamos distancia de la colectividad. Cada uno quiere ser él mismo y afirmar su propio valor. En ese momento nace la envidia que puede convertir al otro en rival odioso. Si no logramos superar esta pasión en la adolescencia, puede convertirse en una enfermedad que nos impide crecer y madurar, porque obliga al envidioso a sostener mentiras respecto de los otros y de sí mismo. Francesco Alberoni analiza en esta obra las diversas formas que puede adoptar la envidia y muestra sus efectos, como el odio, la desconfianza en sí mismo, el desprecio hacia el otro o el resentimiento, tanto en actitudes colectivas como individuales. La razón última de las guerras, de la exclusión social y de las ideologías extremistas es siempre alguna de las variantes de la envidia.
Debido a su falta de sinceridad, la envidia nos impide hacer justamente lo que pretenderíamos: medirnos de verdad con los demás, pues sólo así podemos encontrar nuestra diferencia, nuestro valor propio y nuestra manera única e irrepetible de hacernos valer y sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Sólo cuando aprendemos que en realidad nunca deseamos las mismas cosas ni la misma cantidad de cosas que los otros, podemos apreciar y tolerar plenamente lo que son, hacen y tienen los demás.