África sin deuda, es ante todo una mordaz ironía, puesto que actualmente África se endeuda. Pese a lo que anuncian los medios de comunicación, la deuda de África continúa creciendo. Se oye hablar de reducciones de la deuda, de ayuda al desarrollo, pero la realidad es cruel: el continente más pobre y desprovisto en términos de desarrollo humano sigue pagando sumas considerables a sus ricos acreedores y las clases dirigentes africanas se apropian de su comisión por el camino. Gran parte de la población se hunde en la miseria y la espiral de la deuda sigue con su trágica obra.
África sin deuda, es sobre todo una exigencia. Tras siglos de pillaje, de esclavitud, de colonización, la instauración de un modelo económico neoliberal ha resquebrajado África mediante el mecanismo de la deuda. Hoy, según el autor, el combate se centra en exigir la anulación total de la deuda exterior pública de África, como primer paso hacia la anulación de la deuda de todos los países del Tercer Mundo, con el objetivo de hacer posible al fin su desarrollo.
África sin deuda, es también una pregunta. ¿La deuda de África es legítima? Por razones morales, económicas, políticas, jurídicas, ecológicas e históricas, el autor afirma que la deuda actual debe ser rechazada. Considera que los pueblos africanos tienen derecho a exigir a sus ricos acreedores, tanto del Norte como del Sur, el pago de una deuda para la reparación e instauración de un nuevo modelo económico basado en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales.
A través de estos nueve capítulos, muy documentados, este libro analiza la historia político-económica de África, la dominación, las mutilaciones y las traiciones sufridas por el continente negro. Ante todo, se trata de un alegato para una ruptura con la lógica impuesta por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y, a través de ellos, los potentes promotores de la globalización neoliberal.