El impacto filosófico, en sentido estricto, de la teoría de la relatividad se materializó en una polémica -acaecida fundamentalmente durante el primer tercio del siglo XX- que enfrentó a los filósofos del Círculo de Viena, representantes de la filosofía científica en ascenso, y a filósofos de corte clásico, filósofos neokantianos principalmente, sobre la cuestión de si la nueva física habría hablado de forma definitiva y contundente en favor y/o en contra de alguno de los modos de hacer filosofía o, más concretamente, si los resultados de la teoría de la relatividad habrían refutado importantes doctrinas de la filosofía kantiana, p. ej. sus conceptos de espacio y tiempo y su filosofía -implícita- de la matemática. En este sentido, el impacto filosófico de la teoría de la relatividad se concretó en una verdadera e intensa polémica Einstein-Kant, que es la que se rastrea en la presente investigación. Si la guerra es, desde Heráclito, padre de todas las cosas, el resultado de una lucha de sistemas filosóficos no puede dejar de tener consecuencias respecto de la -¿nueva?, ¿vieja?- imagen del mundo, en sentido estricto, de una época.