Este libro se adentra valientemente en el complejo universo del trabajo con familias en las que existe la violencia y abusos sexuales. A través de una colección de historia, ensayos y casos reales sobre el amor y sobre cómo enseñar a amar y a practicar el amor, la autora explica el dilema entre amor y violencia y restituye a la terapia sus valores orales, reavivando así una polémica que sin duda resultará provechosa para la materia en cuestión. Osada y a la vez amable, esta obra desarrolla con elegante simplicidad una serie de directrices que no sólo ayudan a las familias a curarse, sino que también abarcan la dimensión espiritual que debe formar parte de este proceso curativo. El resultado es un texto invariablemente sistémico que gracias a ello consigue llevar la cordura al enloquecido frenesí que forma parte del abuso sexual, una obra osada y a la vez amable, en la que una terapeuta brillantemente creativa nos conduce con coraje por un territorio minado y hace que esa peligrosa travesía sea al mismo tiempo iluminadora y optimista. El libro, sin duda, suscitará la crítica de algunos y el aplauso de otros, así como ambas cosas en muchos de sus lectores, pero lo que nadie le negará es su capacidad pionera e innovadora.