La filosofía «práctica», en contraposición a la «teórica», trata de comprender la situación de quienes se enfrentan a la necesidad de actuar. Dentro de esta disciplina, la filosofía política centra su atención en las acciones colectivas que implican relación —de cooperación o de agresión— con otros grupos. Desde esa óptica, y en un tono escéptico pero también comprometido, Raymond Geuss estudia los cimientos sobre los que se asientan las estructuras políticas que nos gobiernan. El resultado es un extraordinario tratado que analiza con espíritu crítico algunas de las ideas preconcebidas más importantes y extendidas en las sociedades occidentales sobre la política contemporánea. Historia e ilusión en la política busca responder a dos necesidades: la de actuar con coherencia en el mundo político, y la de comprender nuestra situación desde un punto de vista histórico. Sólo respetando ambas, la filosofía puede proporcionar una orientación práctica a la política. Así, Geuss indaga sobre realidades tan «sacrosantas», y aparentemente inequívocas, como el Estado y la autoridad, la violencia y la coerción, el concepto de legitimidad, el liberalismo, la tolerancia, la libertad, la democracia y los derechos humanos, nociones todas ellas en las que se funda el discurso político actual. Y descubre que el Estado democrático liberal vinculado a la defensa de los derechos humanos es una conjunción circunstancial de elementos dispares que no acaban de cuajar de manera coherente. Con tales cimientos, no es de extrañar que el edificio se tambalee.