Entre 1982 y la fecha de su fallecimiento en 1996, José Luis L. Aranguren desplegó una intensa «acción intelectual», plenamente inscrita en su reflexión moral, la cual nunca dejó de exigir la necesaria convergencia de ética y política ni de destacar la importancia del «oficio de intelectual» para la vida democrática. Los treinta y cinco textos (ensayos, artículos e intervenciones públicas) reunidos por vez primera en esta edición, en una selección al cuidado de Antonio G. Santesmases, comparten un mismo tema, «la izquierda y el poder», y encuentran su motivación inmediata en la circunstancia política y social de los catorce años de gobiernos socialistas en España comprendidos entre 1982 y 1996. Este hecho de la llegada de la izquierda al poder supone para el último Aranguren, lejos de cualquier condescendencia, una ocasión renovada de ejercer la crítica de lo establecido desde la insistencia en la propuesta utópica de una izquierda distinta de la gubernamental. A partir de la contraposición entre «democracia establecida» y «democracia como moral», Aranguren concibe la democracia como tarea interminable y actitud que «nunca puede dejar de ser lucha por la democracia». De esta forma quiere hacer valer la demanda ética frente a la demanda política: «Mi camino será la prosecución de una moderada pero firme disidencia».