No resulta frecuente encontrar libros que intenten posar una mirada ética sobre la esfera económica. Ya sea por la supuesta impermeabilidad de dicha esfera a cualquier análisis ético o por la dificultad de aplicar a modelos concretos cualquier consecuencia que pudiera seguirse de dicho análisis, lo cierto es que abordar la tarea de vincular ética y economía suele considerarse un esfuerzo baldío.
Este trabajo afronta precisamente ese reto, y lo hace en un ámbito de la economía especialmente espinoso como es el de la intermediación financiera. Lo afronta, además, en toda su extensión: desarrollando un recorrido que parte del análisis ético de dicha actividad y que, transitando por los contenidos de la responsabilidad, la libertad y la igualdad, desemboca en una propuesta concreta de intermediación financiera que pueda considerarse, en sentido estricto, una banca ética. Un modelo, como refleja el título, que coloca la intermediación financiera al servicio de la justicia y que concede a la ciudadanía un papel protagonista.