Lejos del posmodernismo que preconiza el fin de las ideologías, este libro apuesta por la vigencia de aquellas ideas que transformaron las sociedades occidentales y que las condujeron a cotas inesperadas de igualdad, libertad y justicia social. Y lo hace recordándolas desde las voces de las mujeres, quienes, desde el siglo XVIII, se organizaron colectivamente para intervenir en el mundo y lograr el cambio social. Se convierte, así, en un homenaje póstumo a un gran número de mujeres luchadoras que dedicaron sus vidas a lograr un mundo mejor para ellas, ciertamente, pero también para los hombres, haciendo verdadera la máxima de que toda conquista del feminismo lo es para todo el género humano.