Muchas de nuestras frustraciones en la vida surgen de una desconexión con el amor. Desde la Antigüedad, Venus representaba el espíritu del amor, y aunque pudiera aparecer más allá de todos nosotros, realmente ella se fundía en nuestra alma.
El amor es un principio trascendental. No precisa de esfuerzo intelectual. El amante sabe más de la naturaleza última de las cosas que las personas que se enorgullecen de sus mentes analíticas, a no ser que éstas últimas también sean amantes disfrazados. El amor es espontáneo, está en la esencia de las cosas. El amor es la sangre de la vida y, aunque lo destrocemos hasta que no lo podamos reconocer, permanece en el núcleo de todas las cosas.
El amor es una Diosa con muchos nombres. Los griegos la llamaron Afrodita, y los romanos, Venus.
Ella nos ayudará a mejorar nuestras relaciones y a comprender el propósito y la naturaleza de nuestras vidas.
WILLIAM WRAY ha trabajado como actor en una comunidad teatral y escribe obras de teatro y musicales. Durante muchos años ha dirigido simpósiums de filosofía y arte, así como cursos de filosofía práctica. Es autor de numerosas obras, entre ellas "The book of reflection", "The book of decision" y "The book of spirit", todos ellos basados en los cursos que imparte.