En la actualidad, los estudios empíricos indican que la mayoría de los adolescentes parecen ser capaces de ganar en autonomía sin poner en riesgo los lazos socioemocionales con sus padres. De una u otra manera, unas sólidas relaciones familiares se convierten en requisito para el óptimo desarrollo adolescente. En este delicado balance entre autonomía y conexión afectiva se han de mover con particular habilidad los padres con hijos adolescentes. La ambigüedad generada en el sistema familiar se traslada así a los progenitores que vivencian, con mayor o menor intensidad, el replanteamiento vital propio de la mediana edad. La presente obra de las doctoras Ruano y Serra ayuda a clarificar, de forma sintética y elegante, este hecho genérico. Con un fundamento teórico sólido y una selección empírica pertinente, las autoras elaboran una investigación para responder a lo que en definitiva se podría resumir así: ¿qué hace una familia ?resistente? al estrés adolescente?