Éste es un libro para todos aquellos que aspiran a ser más felices, que creen en las personas y apuestan por unas relaciones más cálidas y cercanas, que se reconocen plenamente humanos y están dispuestos a hacerse cargo de todos sus sentimientos (los políticamente correctos y los que no lo son, los que resultan agradables y los que no lo resultan…), que sueñan con vivir de otra manera y desean hacer algo positivo con sus vidas, que no comulgan con determinados valores y parámetros culturales, que están convencidos de que todos tenemos algo que aportar para que nuestro mundo sea un poco mejor…
A todos ellos, se les invita a des-educarse… Porque crecer como personas no consiste solamente en adquirir nuevos conocimientos o experiencias. Hay ocasiones en que lo que hace falta es vaciar la mochila, ponerlo todo encima de la mesa y ver qué sirve y qué no.
Des-educarse es interrogarse uno mismo, efectuar una lectura completamente nueva de nuestro bagaje cultural, incorporar perspectivas jamás contempladas, desmontar numerosos tópicos... No significa destruir los conocimientos acumulados hasta ahora, sino interpretarlos de otro modo y cuestionarnos formas de vida y de relación que hemos ido instaurando y que no facilitan el encuentro entre las personas ni el entendimiento entre los pueblos. Representa, en último término, una llamada a la sensibilidad y a la creatividad, a buscar nuevas maneras más personales, gozosas y solidarias de vivir y actuar.