Vivir sola no solo se puede y muy bien, sino que para muchas mujeres se desvela, ante su propio asombro y muy especialmente en la edad madura, como una situación llena de nuevas posibilidades.
La tasa de divorcios en parejas cuyos integrantes tiene más de 50 años sigue creciendo. Muchas de esas mujeres separadas, madres de hijos mayores, han decidido vivir solas. Dure lo que dure, vivir sola es un tiempo bueno para pensar hacia adelante, confiar en sí mismo y hacer realidad los sueños archivados.