Cuando Horatio Algernon Thorne dictó testamento, lo hizo a sabiendas de que enfrentaría a dos de sus sobrinos. Avery Thorne, que suspiraba por hacerse con la finca de Mill House, se queda pasmado cuando ve que su prima Lillian Bede es quien se lleva el gato al agua. Y por si fuera poco, la última broma del tío Horatio fue una apuesta: Lillian se quedaría definitivamente con la propiedad si al cabo de cinco años podía gobernar Mill House como cualquier hombre. Avery, disgustado, parte a ver mundo. Pero un día recibe una carta que lo hace volver a Mill House. ¿Ayudará a Lillian a conservar la propiedad? ¿O boicoteará todas sus acciones para que pierda la herencia?