Tras veintinueve años de gobierno, el Rey de Hierro acaba de morir, siete meses más tarde que el papa Clemente V y cuando han transcurrido seis de la muerte de Guillermo de Nogaret. Parecía cumplirse la maldición lanzada desde las llamas de la hoguera por el jefe de los templarios, que emplazaba a los tres a comparecer ante el tribunal de Dios antes de un año. A Felipe el Hermoso le sucedía en el trono de Francia Luis X, príncipe de pobre inteligencia, cuya esposa Margarita de Borgoña estaba encarcelada, acusada de adulterio. Dos grupos antagónicos se disputarán el poder en una lucha sin cuartel, mientras el pueblo espera un nuevo Papa y se ve acosado por la miseria...