En un pequeño y aburrido
pueblo de Missouri, una
esclava está a punto de
cambiar para siempre el
destino de la principal
familia de la localidad.
Roxana, que cuida al hijo
del amo y a su propio hijo,
intercambia en la cuna a los
bebés, sin prever que esa
artimaña, urdida para salvar
a su pequeño de una vida de
esclavitud, será años
después el desencadenante de
dramáticos acontecimientos
entre los que figuran robos,
duelos a pistola y un
espeluznante crimen
parricida.
Por las páginas de
Wilson Cabezahueca desfila
toda una serie de
estrambóticos personajes
trazados con mano maestra:
dos gémelos italianos, los
hermanos Capelo, con título
nobiliario y talento
musical; la no menos
aristocrática nobleza local,
heredera de las glorias de
la Vieja Virginia y
encarnada en el pundonoroso
juez Driscoll; un abogado y
detective aficionado, David
Wilson, que aplica en sus
pesquisas las más modernas
técnicas criminológicas; sin
olvidar a los esclavos
negros, Roxy y Chambers, con
su pintoresca jerga y su
trágico destino
insoslayable. Todos ellos
protagonizarán una
enrevesada peripecia que
culminará en un juicio lleno
de suspense y emoción.
Mezcla de comedia,
drama judicial, novela
detectivesca y folletín
decimonónico, Wilson
Cabezahueca constituye,
principalmente, un duro
alegato contra la esclavitud
y los prejuicios raciales y
puede situarse entre las
obras principales de ese
gran humorista y precursor
que fue Mark Twain.