Samantha Jellicoe ha decidido dejar su vida delictiva y montar una agencia de seguridad.
¡Quién mejor para proteger a sus clientes que una ex ladrona de guante blanco! Una noche, el primero de sus clientes
aparece asesinado en extrañas circunstancias y sus joyas robadas. Además, alguien tiene mucho interés en que
Samantha se vea involucrada en el crimen. Pero sus problemas no acaban ahí: Patricia, la ex mujer de Rick,
su pareja, pretende recuperar a su ex marido.
Para demostrar su inocencia, Samantha decide aprovechar sus conocimientos como ladrona y desenmascarar al asesino.
Sam se siente en la cuerda floja y sabe que cualquier movimiento en falso puede llevarla a la cárcel, por lo que
deberá moverse al margen de la ley si con ello puede salvarse a sí misma y su relación con Rick.