Llegado a los últimos años de su vida y temeroso de caer asesinado víctima de una conspiración, el emperador Claudio (o «Clau-Clau-Claudio», o «Claudio el idiota») decide consignar por escrito su larga y azarosa vida desde los días en que gobernaba su tío abuelo Augusto, a cuya sombra su esposa Livia movía los hilos del poder. En esta novela inolvidable vemos desfilar delante de nosotros todo el esplendor y miseria de los primeros años del Imperio Romano, embarcado muy pronto en una espiral de conspiraciones, crueldad y violencia bajo los reinados del taciturno Tiberio y del extravagante Calígula. Lectura apasionante desde su primera línea, Yo, Claudio es sin duda una de las cinco mejores novelas históricas de todos los tiempos.