Tras el éxito mundial de los anteriores títulos de la saga, Sultana y Las hijas de Sultana, en esta tercera entrega Sultana se enfrenta al vacío que sus hijos, ya crecidos, han dejado en su vida. Una de sus hijas se ha convertido en una fanática religiosa y censura agriamente el comportamiento de su madre. Sultana sufre y busca refugio en el alcohol, pero en los países islámicos está prohibido... Las cadenas de Sultana es un retrato aún más intenso, si cabe, de una sociedad represora que humilla y, prácticamente, esclaviza a las mujeres. Un retrato tan estremecedor y de tan hondo contenido humano que ningún lector permanecerá impasible ante sus páginas.