Por cuestiones editoriales la novela vio la luz en dos partes - Fantasía para otra ocasión (1952) y Normance (1954)-, que es como ha venido publicándose en castellano hasta este momento. Reunimos, pues, en un volumen, una obra capital del autor francés, no sólo porque muestra la expresión más acabada del estilo del autor -la petite musique celiniana-, sino por su ruptura de contenido respecto a sus novelas anteriores: la seudoautobiografía desaparece para dar paso a una crónica sui generis de los acontecimientos históricos que, entre 1944 y 1945, el autor contempló como mero espectador -el bombardeo que asoló la ciudad de París- o padeció en su propia carne: la huida por la Alemania próxima a la derrota, el encierro durante dieciocho meses en una cárcel de Copenhague y, tras su regreso a Francia, el ostracismo literario y la autorreclusión que se mantendrían hasta el día de su muerte. «Céline había creado un instrumento único: una escritura tan viva como las palabras.» Simone de Beauvoir