Thomas Lang es un ex policía y ahora pistolero a sueldo. Un día recibe la visita de un tal McClusky, quien le ofrece cien mil dólares por asesinar a Alexander Woolf, un empresario americano con negocios en Inglaterra y Escocia. Indignado, Lang rechaza el encargo y decide, en cambio, advertir a la víctima del peligro que corre: una buena acción que no quedará impune.