En La ventana alta (1942), la tercera novela de Raymond Chandler, Marlowe demuestra que no existen los casos sencillos y que detrás de una investigación rutinaria suelen esconderse las pasiones humanas más siniestras. Elizabeth Bright Murdock, una adinerada y áspera viuda, contrata a Marlowe para que encuentre su doblón Brasher, una moneda rara y muy valiosa que ha sido robada. Marlowe deberá resolver un rompecabezas cuyas piezas no parecen tener relación, mientras se suceden los asesinatos relacionados con un asesinato que fue silenciado durante muchos años.
«Marlowe es un sir Galahad con ropajes del siglo xx... un hombre capaz de enfrentarse a los peores elementos de un mundo despiadado. Llamémosle religión (o idealismo), pero con unos buenos puños e incluso una pistola como defensa.»
Patricia Highsmith