Esta novela narra, con la pasión y elegancia habituales de la autora, la intensa vida de María de Molina, esposa de Sancho IV de Castilla. Una mujer única que en plena Edad Media gobernó tres veces a su pueblo y siempre sufrió por amor. Al final de sus días presenció la muerte de su hijo y de su nuera y protegió a su desvalido nieto, el futuro Alfonso XI, envuelto en intrigas palaciegas castellanas y problemas políticos.