Aunque le dijeron que su padre había muerto, Rennie Dennehy se negó a creerlo. Por eso, tras jurar que descubriría la verdad que se ocultaba en su extraña desaparición, se dirigió a las remotas tierras de Colorado en busca del único hombre que podía ayudarla: Jarret Sullivan. Ambos compartían un pasado que Rennie prefería olvidar, pero que al verlo, sintió que se reavivaban las llamas de un deseo que era incapaz de resistir.