Las organizaciones políticas y sociales catalanas, que habían combatido la sublevación de julio de 1936, no fueron capaces de mantener la unidad durante la Guerra Civil. Esta obra, un minucioso recorrido por aquellos trascendentes días de mayo, arranca de la unanimidad democrática del 14 de abril de 1931 para estudiar, a continuación, las razones que provocaron ese intenso conflicto. Gracias a un análisis detallado de las fuentes históricas, prensa, documentación inédita y memorias, y a un profundo rigor histórico, Ferran Gallego da cuenta de las diversas estrategias reformistas y revolucionarias de la izquierda española y estudia cómo estas divergencias se convirtieron en antagónicas de cara a la organización del antifascismo, la defensa de la democracia y el tipo de revolución que se pretendía llevar a cabo en el país. Habría de ser en Cataluña, una zona de singulares características sociales -con un republicanismo populista de masas, la potencia de la CNT, el surgimiento de un nuevo partido del Frente Popular como el PSUC y la existencia de un importante comunismo heterodoxo representado por el POUM- donde este conflicto se daría con mayor intensidad, y desembocaría en las jornadas de mayo de 1937, que permiten, por sí mismas, comprender los problemas internos de la República y la Guerra Civil.