Francisco Rodríguez Marín, poeta, folclorista, paremiólogo, lexicólogo y cervantista sevillano, miembro de la Real Academia de la Historia, director de la Real Academia de la Lengua y de la Biblioteca Nacional Española, redactó, a lo largo de su prolífica vida, más de ciento cincuenta obras de caracter literario. En 1914 manda imprimir Cervantes y la ciudad de Córdoba, texto de cortísima tirada y que no vuelve a ser publicado hasta la fecha. Rescatamos ahora, en edición facsímil, este curiosísimo tratado.
La memoria ofrece un repaso de los numerosos estudios que en la época se llevaron a cabo sobre Miguel de Cervantes, analizando y corrigiendo muchos de éstos, y concluyendo que "si el gran Cervantes fué castellano y alacalaíno por el hecho fortuíto y momentáneo del nacer, por toda su ascendencia paterna no fue sino andaluza y cordobesa la sangre que regó aquel nobilísimo corazón y dio robusta vida é ideas luminosas á aquel portentoso cerebro á quien debe la cultura universal joya de tanto precio y tan justamente admirada y famosa como El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha".