Este libro estudia el grupo de lenguas románicas, los rasgos lingüísticos de su antecedente inmediato, la fragmentación del latín y la extensión y difusión de esta familia lingüística.
La primera parte traza una historia de las lenguas románicas desde su más remoto antecedente, el indoeuropeo, hasta el momento en que los hablantes tomaron conciencia de que ya no hablaban latín sino algo diferente. Ese punto lo marca la aparición de los primeros textos escritos conscientemente en una variedad neolatina.
La segunda presenta someramente las grandes lenguas románicas: el portugués, el gallego, el español, el catalán, el occitano, el francés, el retorromance, el italiano, el sardo y el rumano. Además ofrece una descripción de los dominios dialectales y notas sobre algunas variedades muy peculiares y fuertemente caracterizadas, como el anglonormando o el gascón. El último capítulo supone una aproximación a los criollos de base léxica románica.