A partir de un esfuerzo de reflexión sobre los malos hábitos orales y las deficiencias que empobrecen nuestro vocabulario y nuestra expresión, se presentan numerosas actividades, bien dirigidas y con unos objetivos muy claros. Tales actividades se convierten en juegos de simulación, de compresión, de descripción, argumentación y representación; en entrevistas y debates? con los que de forma divertida y consecuente se anima al alumnado a participar oralmente: a escuchar su voz y la de sus compañeros, sus opiniones, sus deseos?, sus habilidades orales, en suma.