La "globalización", entendida como un extraordinario cambio de escala que acompaña los fenómenos políticos de nuestra época, no tiene sólo un significado técnico y económico. Estamos, sostiene Giacomo Marramao en esta obra, ante un 'pasaje' destinado a transformar la cultura toda, que exige por tanto una reconversión de conceptos fundamentales: identidad y diferencia, contingencia y necesidad, o aun, para empezar, local y global. Con el objeto de desmitificar dos falsas oposiciones (Estado-mercado y Oriente-Occidente), la obra, sobre el fondo constante de la gran discusión sobre la "era global" sostenida entre las dos guerras por autores como Spengler, Jünger, Schmitt y Heidegger, desarrolla su argumento moviéndose desde el desencanto de la categoría de mercado operado por Karl Polanyi hasta una profunda revisión del análisis comparativo de las culturas operado por Max Weber.
La exigencia -expresada en la conclusión de esta obra por medio de una cerrada confrontación con las posiciones de Jürgen Habermas y de Jacques Derrida- de una "política universalista de la diferencia", es formulada sobre la base de un nuevo y radical examen crítico de la pretensión de universalidad de las categorías, típicamente occidentales, de democracia y filosofía.