Para los antiguos egipcios, el tejido de la vida cotidiana era sagrado: los dioses se sentían como una presencia próxima, el tiempo estaba penetrado por el mundo transtemporal del mito y la causalidad era esencialmente mágica. En esta sorprendente indagación en las realidades esotéricas que se escondían tras la superficie de la vida en el Egipto antiguo, Jeremy Naydler recrea la vida espiritual de otro tiempo y otro lugar. El templo del cosmos es una profunda exploración en una antigua conciencia más en sintonía con los ritmos de la tierra, más abierta a las dimensiones internas del tiempo y el espacio, menos cerrada a las fuentes de la vida. El autor sostiene que la verdadera fuente de la civilización occidental se sitúa, precisamente, más allá del horizonte de la racionalidad griega y el monoteísmo judeocristiano, en la luz deslumbrante de la cultura egipcia antigua, de la que mucho nos queda todavía que aprender.