La tarea iniciada con "Nuevo paradigma teológico" es continuada por Juan José Tamayo en esta obra con la determinación de dos de los horizontes anteriormente esbozados: el intercultural y el interreligioso. Semejante desarrollo significa la articulación de un nuevo universo categorial, poco usual en las teologías confesionales, pero que integra sus categorías, además de incorporar otras nuevas. El nuevo paradigma interreligioso e intercultural retoma así la categoría de secularización, haciéndose cargo de sus interpretaciones encontradas y destacando sus ambigüedades, sin olvidar atender al complejo fenómeno del retorno de la religión en la sociedad actual. En un segundo momento, emprende el análisis de la categoría de «fundamentalismo» en dos de sus expresiones: el fundamentalismo «religioso» (forma extrema de la intolerancia religiosa) y el «económico» (la «religión del mercado»), tanto en su historia como en su fenomenología. El estudio de las tipologías de la relación entre el cristianismo y las otras religiones permite luego avanzar en la categoría central de «diálogo interreligioso». La consideración en este contexto de la relación entre cristianismo e islam es ocasión para la propuesta innovadora de una teología islamo-cristiana de la liberación. Los «derechos humanos», como otra categoría fundamental del nuevo paradigma, permiten examinar el carácter humanista de las religiones y su articulación entre divinidad y ser humano. La categoría de «interculturalidad», por último, implícita en todo el desarrollo anterior, representa un antídoto contra el fundamentalismo cultural y supone una renovación del quehacer teológico y de las religiones en vista del «multiverso» cultural en que están insertas.