Smith ofrece en este volumen una nueva lectura de la obra maestra de Spinoza, asegurando que la Ética es una celebración de la libertad humana y de los gozos y responsabilidades a ella asociados, y que esta debe considerarse uno de los documentos fundadores de la Ilustración. Este libro interpreta el célebre método geométrico de la Ética como una forma de retórica moral, un modelo para la constitución de la individualidad y del yo moderno y nos presenta la Ética como un complemento de la obra de filosofía política más importante del autor, el Tratado teológico político. Este texto sitúa la vida y obra de Spinoza en el contexto de los inicios de la modernidad y del pensamiento judío, además, indaga en el papel jugado por sus ideas en el desarrollo de las reacciones contra la Ilustración.