Después del primer volumen, Foucault recentra su estudio en la genealogía del nombre de deseo. Desde la Antigüedad clásica hasta los primeros siglos del cristianismo. El uso de los placeres está consagrado a la forma en que la actividad sexual ha sido problematizada por los filósofos y los médicos, en la cultura griega clásica del siglo IV a.C. Abordar la sexualidad como experiencia históricamente singular requiere desentrañar los saberes que a ella se refieren, bucear en los sistemas de poder que regulan su práctica y, sobre todo, comprender las formas según las cuales los individuos se conciben y se declaran como sujetos de esa sexualidad.