Es bien sabido que la ciencia y la filosofía son ramas nacidas de un mismo tronco, y que este tronco común hunde sus raíces en Grecia, sobre todo en el fértil terreno del pensamiento aristotélico. Sin embargo, no siempre somos conscientes de hasta qué punto es palpable la presencia de Aristóteles en la ciencia contemporánea, la cual, en su afán por dar respuestas a las preguntas de siempre y a las nuevas que ella misma genera, acaba por rebasar los límites de sus saberes específicos y por reencontrar sus orígenes filosóficos. Este libro, precisamente, consigue tender puentes entre el pensamiento contemporáneo y los problemas planteados por Aristóteles, cuyos textos, vistos a la luz de la ciencia actual, recobran todo su vigor y muestran tanto la permanencia de los grandes interrogantes que abre el conocimiento como la necesidad de que éste mantenga vivo su espíritu crítico.