Carta a la Presidenta es, según el Diario de los Goncourt, una «carta rabelesiana», el «pornográfico viaje de Gautier, desde Ginebra a Roma pasando por Venecia: una carta de ocho páginas dirigida a Mme Sabatier, la cantante, que él llama la Presidenta.
Gautier nos ofrece aquí un ejercicio de orfebrería léxica, tomando prestados los términos de los viejos trovadores de la Galia rehabilitados por Rabelais; elocuencia espermática que refleja el arte y la destreza en el manejo del lenguaje más burdo, tocado de cierta pudibundez, que sin duda alegrará el ánimo a los pantagruelistas, aunque podrá sonrojar a aquellas almas menos osadas.