Tarragona, la antigua Tarraco, fue la primera ciudad romana fuera de Italia. El rastro de la civilización clásica es perceptible en sus murallas, torres, foros, circo y anfiteatro, declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Pero hoy, por encima de todo, Tarragona es su patrimonio humano, la cultura, la fiesta, tan digno de reconocimiento como el de las piedras.