Desde 1994, año en que apareció Donde rompe la noche, el poeta sevillano Alejandro Duque Amusco (1949) ha mantenido un largo silencio, sólo roto por la publicación de dos "plaquettes", Briznas y En el olvido del mundo, ambas de 2004, y por una breve antología personal, Lírica solar, que ha visto la luz en 2008. Con la independencia estética que siempre le ha caracterizado, vuelve ahora con este nuevo título, A la ilusión final, que editorial Renacimiento se complace en publicar, como ya hizo antes con Sueño en el fuego (1989). En progresivo despojamiento, el nuevo libro de Amusco cabe verse, en cierto modo, como un recorrido entre lo verdadero y lo ficticio, la meditación y la autobiografía, entre las perplejidades de la realidad y los espejismos de esa "ilusión final" que llamamos arte.