¿Qué es lo que hacen esas coplas, versos, proverbios, acertijos o canciones que se me escapan a rachas al menor tropiezo? Por un lado, claro, imitan al pueblo (que, al no ser nadie, es el solo dueño de la lengua viva) en los juegos de sabias polimetrías, asonancias y otros trucos que de la poesía anónima nos han quedado. Por otro lado, como muchas de las cosas llamadas populares no son tan limpias y del común como debían, estos versos, y otros de registros y hechuras más líricas y literarias, se dedican a tomar algunos hallazgos o desengaños claros que he oído o leído de los pocos sabios..., o bien a dar cuenta de sentimientos y ocurrencias que no sé de dónde me vienen y convertirlos por juego de ritmo y razón en cosas que suenan al aire del cantar o el verso. Y, en cualquier caso, poco pueden parecerse a lo que hoy día se produce y vende como poesía, ¡qué se le va a hacer!
Isabel Escudero