Estos epigramas tienen destinatario, fieles a su onomástica o a su sustitución por un elemento altamente reconocible y, por tanto ,referencial -nos explica Fanny Rubio en el prólogo de esta edición-. Un paraguas de silencio respetuoso cubre los más enamorados, ya medio fuego se disparan aquellos que afectan a los mundillos literarios de Barcelona o de Madrid, a tipos integrados en el presente, como son el jactancioso, la enamoradiza, la pareja del desamor, el eterno escritor de manuscritos, el crítico vendido, el poeta lelo, los creyentes de toda fe, los actos de evacuar, de suspirar, de añorar, de fustigar.