Cuesta entender por qué muchos se han resistido a reconocer en Rudyard Kipling un poeta valioso. Además de un maestro de la rima y el ritmo, poseedor de un don especial para la adjetivación precisa, la descripción condensada y la caracterización certera de los personajes que hablan en sus poemas, Kipling es, sobre todo, el creador de un mundo poético altamente original e inconfundible, en el que se combinan exotismo y autobiografía, retrato y paisaje, fantasía e Historia.