Moscú es una ciudad que se descubre gradualmente, desconfiando de impresiones hechas a primera vista. El arte, la tradición y la revolución, la vanguardia y la decadencia, o el poder de una potencia nuclear, han forjado una urbe formidable, dura a menudo, pero también fascinante. Su característica estructura radial en anillos concéntricos fue creciendo desde el siglo xvi a partir del Kremlin, que es hoy el auténtico centro político del país. En torno a este hay enormes avenidas, bulevares y calles que salen desde el centro como radios de una gran rueda. También hay grandes plazas y jardines que permiten disfrutar con la mirada de una compleja y rica historia.
Por sus calles deambula una gran variedad de razas y se escuchan lenguas y tradiciones que revelan la historia imperial de Rusia, su pasado soviético y el frenesí del presente.
Acompañando a la guía y con el fin de facilitarla, se incluye un desplegable con dos planos (de día y de noche) que en colores diferenciados muestran los distintos ambientes que se pueden encontrar en la ciudad.
Finalmente, se detallan algunos apuntes sobre la historia, la gastronomía, la geografía y la población, así como otros aspectos interesantes de la ciudad rusa.